Sunday, July 31, 2011

Podesta. Ramirez





















Antonelli. Gatto. Margiotta



El Verano quiere ser invierno,
Otono que es color, y primavera que es deshielo.
En donde el agua "es", cuando el sol así lo dispone,
la tierra se ve y se siente, se pisa, se vuela.

Montañas que se elevan de un fondo profundo,
descienden con fuerza abrupta y se pierden en una curiosa estepa.
Agua que es hielo, que es lago y es pantano
Tierra que es Montaña, viento y desolado
Viento que te aleja, agua que te encuentra.
Es así como uno llega.
Entre viento, agua y tierra
Uno llega llegando...

A espacios que enajenan, rincones que acercan
En donde la nada es el todo y es algo de nada
Y el agua es horizonte y medianera,
Los límites se determinan, la naturaleza se interpreta.

(Memoria de las Autoras)

Rodriguez-Bernabeu-Lopez



Truffa-Solero




Saturday, July 30, 2011

La puerta azul.............del tiempo






En esta bajadadel trabajo de Goijman, Gonzalez y Volvcovinsky se ha realizado un coment que dice :

La puerta azul… al respecto opino que la elección cromática del azul en la presentacion de este trabajo es tan sugestiva como pertinente.

Recuerdo que cuando visite el lugar como mochilero, hace ya muuchos años el guardaparque nos contó que el hielo es mas azulado cuanto mas antiguo es ( supuestamente algo de esa tonalidad tiene que ver con la menor presencia de oxígeno).

Entonces con mis amigos Carlos Bustos (filósofo y actual profesor en nuestra facu de materia electiva Foucaltiana) y Fernando Betti (arquitecto extremadamente detallista en su labor profesional) nos quedábamos espiando hacia el adentro de la masa de hielo para ver hasta donde podíamos descubrir mas azul…. Los picachos de hielo eran algo así como una mágica “puerta azul del tiempo”, Eran nuestra máquina del tiempo, claro que con ribetes poéticos muy diferentes a la maquinota con palancas,vulgar remedo de las primeras computadoras, de aquellos años 70 en la tele de la serie los invasores ..

Es que resultaba absolutamente provocador imaginar que cuanto mas azul era la coloratura del hielo mas años cargaba en ese estado sólido el agua .

Entonces…. era posible atisbar en ese momento un hielo cuasi eterno que se constituyó como tal hace miles de años ………………..??

Entonces sí esto era así , era factible trasladarse al pasado….??

La situación se tornaba mas misteriosa cuando a la noche mirando la impresionante bóveda celeste de esos cielos australes pensábamos que allí había estrellas reales y estrellas ficticias , aquellas de las que podíamos aún percibir su brillo a pesar de que eran resultado de explosiones ocurridas millones de años en sistemas solares ya desaparecidos ..

Esta ecuación metafísica nocturna regada con un pésimo vino tinto de cartón , “un Talacasto on the Rocks” , aportaba la magia que las” Rocks” no eran hielitos cualquiera consolidados en vulgar heladera sino fragmentos minimísimos del glaciar que a la deriva se habían varado en la costa ……les aseguro que en esos instantes el Perito Moreno reflejando la luna era mas azul que nada.

Siempre recuerdo este paisaje como una de las imágenes más atemporales que he podido percibir.

Marcelo

Cusmai. Gerbi





Millones de años, de sonidos, de fuerzas, de luces, de reflejos, de vientos, de ciclos… Millones de litros de agua en movimiento, estancos, crujiendo. El agua circula transforma, deja marcas, modela; desde el impacto de una gota modifica el territorio lo agrieta, lo arrastra; deja huellas, surcos como documentos del paso del tiempo. Es allí donde se manifiesta: ríos, lagos, glaciares resquebrajando la tierra viviendo sus ciclos se condensa se evapora y vuelve a empezar.



Estos surcos, estas superposiciones, estos arrastres, estos traslados de energías, fueron los que en un principio captaron nuestra atención.
No nos quedamos con una tensión determinada sino con todas las que entendíamos que hacían al paisaje, el glaciar como protagonista compuesto por sus rocas gigantes de agua sólida donde percibimos soledad y compañía al mismo tiempo, la masa compacta descendiendo por la montaña chocando y sometiendo al entorno, los colores del frío, el clima húmedo y seco, la estepa y su vegetación agreste y árida la tierra resquebrajada por el agua y su ausencia, el bosque y la ciudad.







El proyecto tiene su génesis en estas sensaciones, en estas interpretaciones propias del territorio, teniendo en cuanta que del mundo de las ideas a la concreción nunca hay un camino recto y pragmático. La propuesta se emplaza siguiendo las líneas de un río de deshielo proveniente del primer espacio que miramos al acercarnos al lugar.




Surcos, rajas de un arrastre principal al cual se le adicionan vientos, fuerzas, tierra, colores, historias y texturas provenientes de miradas y conceptos propios para derivar en ese movimiento, conformando una totalidad compuestas por partes inseparables pero independientes.










Friday, July 29, 2011

Caballero. Szlagowski. Vergara



La ciudad, concebida como lo humano en sí, será entonces el lugar desde cual se entenderá la naturaleza, pero ya no como naturaleza sino como paisaje, habiendo decodificado las partes que lo componen de una manera particular, subjetiva, reconfigurando las interrelaciones para así lograr la apropiación de esta enorme extensión que se presenta.
La ciudad por lo tanto funciona como un engranaje intérprete, construyendo un relato a su alrededor, culturizando el paisaje, hallando las interacciones entre las partes que conforman el espacio e interpretándolas. Se genera por lo tanto una escenografía subjetivada de interrelaciones.




Nos interesan las relaciones de estas partes a modo de devenir dialéctico entre ellas donde se empiezan a generar distintos focos que hacen énfasis en la descripción total del sitio como organismo multifacético.



Es entonces, en otra escala, el edificio en sí, y ya no la ciudad, aquel que intenta apropiarse del inconmensurable entorno, no como una proyección material sino con este afán cognoscitivo de aquellas interrelaciones inmanentes en este paisaje culturalizado. Por lo tanto son dos ejes distintos que comprendiendo éstas relaciones concomitantes se materializan cada uno con una lógica propia y en su encuentro, las piezas, al trabarse, generan un intersticio principal.





Así, sobre el eje longitudinal se resuelven dentro del edificio los usos de carácter más privado, ubicándose las oficinas, los laboratorios y la cadena productiva en contacto directo con el desarrollo de los 10.000 m2 de piletones de acuicultura que comienzan su recorrido en el cauce del río y aprovechan las crecidas del mismo para su posterior abastecimiento.



El eje transversal es el del acceso del edificio seguido por el museo y la estación fluvial, usos de un carácter sumamente público. Este eje, más tectónico, desarrolla su uso principal, el museo, de manera vertical, dando lugar a este vacío interior hacia donde es posible que lo público se vierta, pudiendo, por el contrario, cerrarse en mayor medida hacia el exterior.